6 de diciembre de 2007

PosT-Link: "Ch@Tea Seguro, ChaTe@ Pensando"

imagen: tomada de Imaginaria (ARG)

Ayer mientras revisaba el diario para chequear novedades del TLC, me topé con una publicidad del MIMDES (Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social) que anunciaba una campaña sobre el uso del chat por parte de niños y adolescentes: "Ch@tea seguro, chate@ pensando" La intención de la campaña es bastante buena pero, visitando la web correspondiente (que es un blog creado en blogger.com) el diseño es bastante sencillo, lo que resta atractivo visual para los niños y jóvenes, los que están acostumbrados a chequear webs "tuneadas" y con mucha mayor interactividad. Esperemos que esto vaya corrigiéndose en el futuro.


El tema del uso del chat radica, desde una perspectiva muy personal, en el manejo de los límites -por un lado- y en lograr un equilibrio entre el principio de la realidad y el de la fantasía -por el otro-. El chat, como toda actividad humana, genera códigos propios que autoregulan el sistema en el que se desenvuelven los participantes: existen "reglas" que nos dicen qué es aceptado y qué no lo es, hay intersubjetividad y, aunque no muchos no estén de acuerdo, en este "mundo virtual" se ponen en práctica las relaciones sociales tal y cual a las que desarrollamos en el "mundo real"... con las mismas falencias y aciertos, y es que para relacionarse adecuadamente hay que prepararse, lo que no sucede y mucho menos sucede en el plano virtual.


Además de existir el invaluable añadido del anonimato, lo que puede ser una gran ventaja, sobre todo en nuestro entorno, al utilizat el chat y afines como una interesante TIC. He probado esta experiencia y realmente otorga resultados positivos.


La fórmula del chat + adolescentes se ve generalmente como potencialmente peligrosa, generando una serie de censuras que no hacen más que crear una válvula de presión que tarde o temprano termina cediendo, gracias a sendas estrategias de por medio utilizadas por los muchach@s, quienes al final terminan utilizando el chat y, en ese contexto, irrestrictamente pues la división con los padres es manifiesta y éstos acaban resentidos y con pocas ganas de empaparse en el tema para comprenderlo y poder orientar a sus hij@s. El asunto no es concentrarse en los potenciales peligros, es ver el panorama completo y también dar cabida a los potenciales usos productivos de las herramientas tecnológicas.


Si ya está hecha la invitación, empecemos a colaborar con esta campaña.


Atentamente

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