23 de febrero de 2009

Una Mano para nuestro Hermano


A principios de diciembre del año pasado, por casualidad(?) llegó a mí una revista peruana sobre tecnología y computación; tras leerla me he convertido en consumidor habitual de sus ediciones.

El punto es: si toda la información contenida en la revista puede obtenerse gratuitamente en la web ¿por qué comprarla? simple: es mi reconocimiento a la iniciativa de mis paisanos.

Y es que ver surgir a una pequeña empresa en nuestro país debe ser motivo de orgullo y tener la oportunidad de colaborar con ella es gratificante (además de declararme aficionado a la informática)

En estos tiempos donde parece que el éxito del paisano es motivo de airados cuestionamientos y cruzadas de la sin-razón para restar méritos a los logros obtenidos. Es bueno poder ayudar, porque ayudando al vecino me estoy ayudando también.


Atentamente
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16 de febrero de 2009

CuesTion de A(p)ctitud - II

Ante tal experiencia de vida, cabe preguntarse: ¿Qué sucedió en la educación superior? ¿Por qué el divorcio entre la formación y la aplicación?

La inseguridad (miedo, neurosis, etc) sobre el término de la formación y el inicio de la vida laboral es una etapa muy común en nuestra sociedad, y parte de la ausencia de proyección de quien la padece y de quienes fueron responsables de su "crecimiento" formativo. Responsabilidad compartida.

A estas alturas estoy convencido que no importa la arista donde inciemos el análisis de los problemas en nuestra sociedad, siempre llegaremos a los mismos núcleos problematicos: economía y educación. Fundamentalmente, éste último.

Mientras nos limitemos al diagnóstico, poco o nada mejorará. Hacen falta acciones correctivas, precedidas de un "break" al status quo; se hace necesario un plan meticuloso, prospectivo, de largo aliento y, sobre todo, sostenible.

Aquí un video aplicado a Mexico (a los mexicanos para ser exactos) que, curiosamente dirán algunos, se puede aplicar muy bien a nosotros.




Atentamente
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9 de febrero de 2009

CuesTion de A(p)ctitud - I



Tras conversar con un buen amigo sobre las jornadas laborales, cada uno en su respectivo "mundo", tuve ocasion de hacer una pausa en el dia para rememorar la ultima duda existencial por la que he pasado -hasta ahora- el inicio de mi carrera profesional.

Seis años dedicados a la adquisicion de conocimientos y a la formacion de competencias (cinco años "teoricos" y un año "aplicado") habian logrado cambios graduales en mi percepcion del mundo, logre asentar una escala de valores, disciplina moral y un sistema para clasificar "bueno" de "malo", "adecuado" de "inadecuado".

Para bien (y para mal) la mayor parte de mi infancia, niñez y adolescencia no estuvo marcada por extremos apuros economicos, aunque, haciendo memoria, mi familia nunca supo como administrar adecuadamente los recursos lo que generaba uno que otro conflicto de poder.

No he considerado el dinero como un bien preciado, prefiero pasar desapercibido, con perfil bajo, por lo que ostentar y destacar no son acciones de mi agrado. En las tempranas epocas de mi vida la unica necesidad que me ocupaba era el deporte.

Siempre estare agradecido con quien corresponda por haber vivido 7 años en un lugar especial (creo que solo yo he pensado al respecto sobre eso) donde los extremos no tenian cabida, donde los dias transcurrian sin aspavientos ni grandes conflictos.

Podria decir que, antes de iniciar los estudios universitarios, poseia esta particular perspectiva de la vida, los años de estudiante me ayudaron a confirmar lo que suponia.

Muchos de estos "saltos en el pasado" pueden servir para dar respuesta a mi especial manera de afrontar mi duda existencial... "conseguir trabajo" no fue mi prioridad, solo deseaba hallar un espacio donde pudiera aplicar lo que habia aprendido y, tambien, donde probar las hipotesis que a lo largo del tiempo habia construido. Ganar dinero por satisfacer mi curiosidad me parecia un exceso.

Paradojicamente, esta percepcion del momento indujo a que el trabajo me encontrara (lo contrario a lo acostumbrado) y cuando este llamó a mi puerta pude tomarme un tiempo para reflexionar en las ventajas (o desventajas) de aceptarlo.


(fin de la primera parte)



2 de febrero de 2009

(2) eL (mal) olor del Mar

Cuatro dias despues del Lima-Juliaca-Puno-Juliaca-Lima, me "enbarcaba" por via terrestre a la ciudad de Chimbote


Los estragos de la altura habian quedado atras, ahora me preocupaba el hecho de viajar durante 6 horas (segun lo que estimaban los encargados del servicio) y llegar con una hora para acomodar el equipaje, el rito de acicalamiento, desayunar y empalmar la jornada academica.


Viajar a la medianoche menos quince minutos no esta dentro de mi plan ideal de viaje, pero las decisiones no corrian por mi cuenta en esta ocasion.


Luego del control minimalista de un terrapuerto, accedimos al bus, segundo piso (hubiera preferido el primero) en el centro del bus, derecha, al lado de la ventana.

En los dia anteriores al viaje, por diversos factores, habia cambiado mis habitos en vigilia: dormia a partir de 3am, por lo que no fue novedad quedarme despierto viendo la pelicula que decidieron colocar a pesar de las no tan ruidosas quejas de algunos pasajeros. Al final me diverti con algunos pasajes de la peli (a chompa definitivamente le hubiera gustado)


Tras varios esfuerzos por caer en sueño, el calor no ayudaba, logre desconectame para despertar ya entrando en la ciudad, tal y como habia predicho, con significativo retraso (una hora con cuarentaicinco minutos) lo que significaba, menos tiempo para llegar al hotel y estar listo para llegar a la universidad.


Para tranquilidad de los asistentes (pero apuro para nosotros) logramos llegar a tiempo e iniciamos la jornada. Fuera de los detalles tecnicos del trabajo, varios aspectos de la gestion de la universidad me llamaron la atencion: inversion en infraestructura y tecnologia, logistica adecuada para lo objetivos de la actividad a realizar, facilidad para la toma de decisiones. Asuntos que, en parte, son las metas a conseguir a partir del trabajo que realizamos en las capacitaciones. Es decir, el mensaje fue escuchado y puesto en practica, aunque siempre el factor humano es sujeto de errores, aun hay mucho por trabajar en esta area.


En el primer descanso de la jornada pude percatarme que el caracteristica olor de la ciudad no era notorio en la zona en la que estabamos, o que en verdad era tan ligero que rapidamente nos habiamos habituado.


Al final de la jornada del dia, retorne al hotel y, con mas tiempo disponible, pude prestar atencion a su arquitectura (bastante antigua) con los techos altisimos y las esquinas suavizadas, paredes enimentemente blancas y piso gris, puertas de madera con tallado simple, ventanas de marco grueso, cuadriculas de madera blanca tambien, el clásico destapador en el marco de la puerta; todo encima de una marcada sensación de calor.


Particular vista en el "malecón", pequeños barcos de pesca anclados en una especie de bahía cerrada naturalmente por rocas, la brisa que se convierte en viento y el "fresco" obliga a retornar al hotel, no sin antes fijar la vista en el extraño arco que une el malecón con el parque, cosas que se hacen con el canon, en fin.


Terminada la jornada y luego de la pausa respectiva, partimos con bastante tiempo de anticipación hacia el terrapuerto de la ciudad, llegando a destino nos percatamos de lo afortunados que habiamos sido al estar en una zona alejada del fortísimo olor de la producción de harina de pescado, realmente inquietante. El terrapuerto reunía a varias empresas de transporte (algunas que recién conocí en ese momento) y, oh sorpresa! en medio del corredor de asientos se encontraba un ATM totalmente operativo (y en el aeropuerto internacional de Juliaca?) por supuesto que notamos la ironía del caso.
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