17 de diciembre de 2009

El -posible- fururo de la Acreditación (I)



El Perú es casi el último país de sudamérica en adoptar un sistema de aseguramiento de la calidad universitaria. Con la promulgación de la ley 28740 del 19 de mayo de 2006 instauró el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE)

El SINEACE está constituido por tres organismos operadores: El Instituto Peruano de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Básica (IPEBA) el Consejo Nacional para la Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior no Universitaria (CONEACES) y el Consejo Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior Universitaria (CONEAU)


CONEAU se constituyó el 15 de noviembre 2007 básicamente en dos áreas: la acreditación de carreras universitarias (a cargo de la Dirección de Evaluación y Acreditación) y la certificación de competencias profesionales (a cargo de la Direción de Evaluación y Certifcación) en ambos casos se establecen estos mecanismos de manera obligatoria para la carrera de Educación y para trece carreras de salud: Medicina Humana, Enfermería, Obstetricia, Tecnología Médica, Farmacia y Bioquímica, Odontología, Ciencias Biológicas, Psicología, Medicina Veterinaria, Química, Nutrición, Ingeniería Sanitaria, y Servicio Social.

El 13 de enero de 2009 se publicó oficilamente el modelo de calidad para la acreditación de carreras universitarias de Educación, es decir el qué y -de alguna manera- el cómo evaluar el nivel de calidad de estas carreras. Según normativa, las carreras tienen hasta el 13 de enero 2010 para presentar sus informes de autoevaluación y continuar el proceso para la acreditación (que se completa con la inspección de evaluadores externos a la institución, quienes constatan la coherencia del informe presentado y emiten su apreciación: favorable o desfavorable para la acreditación) Un asunto a señalar es que la guía para la acreditación se publicó oficilamente el 16 de setiembre 2009

Inicialmente en el país la acreditación es por carreras (de pre grado) no por universidades

Las carreras de Educación son las primeras en experimentar el proceso de acreditación y, lógicamente, no todas cumplirán el 82.5% de indicadores signado como requisito mínimo para acreditar (cumplir al menos 80 de los 97 indicadores del modelo, incluidos indispensablemente los 50 indicadores tipificados como básicos)

¿Qué pasará con las carreras no acreditadas?

Según normativa, tendrán un año a partir de la comunicación de su no acreditación para implementar las mejoras respectivas y presentar nuevamente el informe de autoevaluación.

Pero, mientras tanto ¿Qué dirá la opinión pública? ¿y la prensa?

Aquí un video de nuestro vecino chileno que data de finales de 2007 (y que nos lleva varios años en este tema)




¿Qué beneficios trae la acreditación?

La respuesta en el siguiente post

16 de diciembre de 2009

Macro Universidades ¿bien o mal? (I)



En el país tenemos universidades que ofrecen una amplia gama de profesiones (UNMSM, ) y universidades especializadas en algún campo del conocimiento (UNI, UNALM, ) Surge la pregunta:

¿Cuál de estos tipos de universidad es la que conviene más al Perú?

Antes de responder es bueno tomar en cuenta algunos criterios:

1. Do you - parla - anglais?
Tener una universidad donde todos sus actores (autoridades, docentes, estudiantes) hablen el mismo idioma puede ser uan ventaja: se facilitan las coordinaciones, se cuentan con objetivos comunes, se entiende el mundo desde la misma óptica, se fortalecen las líneas de investigación, etc.

Un argumento en contra de esto es la limitación de la actividad multi o transdisciplinaria (tan necesaria para la innovación tecnológica) pero podría darse no dentro de la universidad, sino entre universidades.

2. ¿Todos vuelven a la tierra en que nacieron?
La residencia es un tema con bastante arraigo en el país, se nos hace extraño tener que emigrar para estudiar o trabajar, esto sumado a las pocas facilidades del sistema universitario para menguar los gastos que el traslado conlleva (los servicios de bienestar son limitados)
La idea es: si el futuro universitario vive en Chimbote y quiere estudiar una carrera del sector agrario, pues el referente inmediato es la UNALM, el problema es que tendría que viajar a Lima para estudiar allí.

Este aspecto es, para mí, el principal motivo de la disminución de las universidades especializadas y el aumento de las universidades pulpo (que colocan filiales de casi todas sus carreras en casi todo el país)

3. ¿Poco cabello o mucha frente?
Este es un asunto en el que el amigo @mildemonios podría ilustrarnos con mayor acierto: la oferta de educación universitaria no corresponde a la oferta laboral.

El indicador #15 del Modelo de Calidad para la Acreditación de carreras profesionales universitarias del CONEAU dice: "Se justifica la existencia de la carrera profesional en base a un estudio de la demanda social"

Para que queden las cosas claras yo modificaría el indicador así: "Se justifica la existencia y continuidad de la carrera profesional en base a un estudio de la demanda social"

Algo tan básico en mercadotecnia parece no tener cabida en la educación universitaria (salvo excepciones)

Entonces suena lógico elegir estudiar una carrera con alta demanda laboral y lo contrario (evitar estudiar una carrera con baja demanda laboral) ¿Pero qué sucede cuando "todo el mundo" piensa lo mismo? veamos un ejemplo:

En términos irreales ideales la correspondencia entre vacantes de estudio y vacantes de trabajo sería 1:1



Pero con el pensamiento de "ir a lo seguro" tenemos un panorama parecido a este gráfico



Esto es uno de los principales problemas del sistema universitario peruano

Entonces, el segundo análisis viene por la tesis propuesta por Jhon Nash sobre teoría del juego (el equilibrio de Nash) representada simplonamente en "A Beautiful mind" la idea es balancear los beneficios y maximizar la correspondencia entre estudio y trabajo. Un interesante estudio sobre formación y remuneración lo realizó Gustavo Yamada, investigador adscrito a la Universidad del Pacífico.

El escenario es producto de la acción simultánea de varios factores, el manejo de la información para la toma de decisiones a nivel país es fundamental. El fortalecimiento del intercambio de información entre el sector universitario y el sector empresarial es una necesidad que no puede esperar más.

15 de diciembre de 2009

Doctores de Cartón


"Ya todo está dicho, pero como nadie escucha hay que decirlo de nuevo"
Washington Delgado

Los títulos universitarios en Perú son un bien tan comerciable como los DNI y Pasaportes robados que se expenden en Las Malvinas, con la diferencia que estos últimos son auténticos y los primeros, no se sabe (o se sabe y no se quiere decir)

Podemos decir que la seriedad de los títulos -y su reconocimiento social- guardan relación inversamente proporcional a la cantidad de "titulados" de una institución universitaria

La noticia de las pocas garantías del PhD del actual -y aparentemente vitalicio- Rector de Alas Peruanas pone en el ojo de la opinión pública el tema, cuyos inicios se remontan a finales de los 80's y principios de los 90's con las denuncias de los títulos "a pedido" en el Jirón Azángaro, aunque el asunto con esos títulos radicaba en su condición apócrifa.

Pero ahora "el negocio" está dentro de las instituciones educativas, no es un secreto que los estudios de post grado se reducen a cursos de actualización y de investigación for dummies, además de brindarlos a distancia sin las garantías estratégicas para ese sistema de enseñanza.

Antes de iniciar mi experiencia universitaria tenía algunas dudas sobre los logros académicos de los figuras públicas de el Gobierno y las instituciones de el Estado, tras pasar por el pregrado mis dudas se fortalecieron y quedaron confirmadas, desde ese entonces no tomo en cuenta los cartones en los CV porque no son más que eso mismo: cartón.

Un avance interesante (al menos en teoría) es lo que propone la ley del SINEACE sobre la certificación de competencias: en el caso universitario, las competencias profesionales.

La DEC CONEAU ha trabajado junto con los colegios profesionales para iniciar este proceso, pero eso es tema de otro post.

12 de diciembre de 2009

Calidad Universitaria: Nos falta comunicación



En el post anterior mencionaba el giro de los medios hacia el problema de la calidad universitaria, y las entrevistas de rigor (El miércoles 9/12 en "Los especiales de la semana" vía TvPerú, hoy sábado 12/12 en "Enfoque de los sábados" vía RPP) han desnudado lo que era una sospecha común: los entendidos en el tema no se ponen de acuerdo.

¿Y por qué no se ponen de acuerdo?


Pues simplemente porque no hay diálogo, las únicas oportunidades de reunión se dan gracias a las invitaciones de los medios para las entrevistas donde, lamentablemente, la "familia" de la educación demuestra su disfuncionalidad.

"Los especiales de la semana" reunió a Juan Incháustegui (ex ministro de energía y minas, presidente de TECSUP) Gustavo Yamada (Investigador adscrito a la Universidad del Pacífico) y Julio Castro (Decano del colegio médico y presidente del Consejo Nacional de Decanos de los colegios profesionales del Perú)

"Enfoque de los sábados" reunió a Iván Rodríguez (Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores) José Viaña (Presidente de CONEAU) Hugo Díaz (Vicepresidente del Consejo Nacional de Educación) y Juan Incháustegui

En este último espacio se emitieron opiniones en contra del -aún no concluido- proyecto de ley para frenar la aparición de nuevas empresas aspirantes a universidades, opiniones sobre el sesgo administrativo del modelo de calidad para las carreras de educación y versiones inexactas sobre el proceso de acreditación que viene ejecutando CONEAU: las correcciones y aclaraciones de los panelistas ocuparon mucho más tiempo que las propuestas de solución.

Entonces podemos ensayar algunas apreciaciones:

- No hay absolutismo en la situación de la educación universitaria: ni TODO está MAL, ni TODO está BIEN. Para delimitar esto nos sirve la autoevaluación, para saber qué está bien y qué está mal (para mejorar)

- Prohibir que se creen nuevas universidades no resuelve el asunto de la calidad, de acuerdo, pero permitir que sigan apareciendo sin tener un organismo supervisor fortalecido y con experiencia es permitir que el problema persista y se agrave. El accionar del CONAFU deja mucho que desear: o se fortalece o, como grafica Carlín, desaparece.

- El proceso de evaluación con fines de acreditación no debería ser obligatorio (actualmente lo es, por ley, para las carreras de Educación y trece carreras de Salud) pero, dada la idiosincracia peruana, sólo se trabaja cuando el jefe está mirando.

- De las 98 universidades en el país, aproximadamente el 55% forma educadores (54 facultades de Educación) actualmente sólo el 76% (41 facultades) ha oficializado ante el CONEAU su intención de acreditarse.

- El 25 de noviembre se publicó en El Peruano el modelo de calidad para la acreditación de carreras de Medicina Humana (este proceso aún no se inicia)

La historia de la calidad educativa en el Perú recién comienza (institucionalmente) y la opinión de los entendidos es evitar cometer el error de siempre -tirarse abajo toda iniciativa- y fortalecer SINEACE, en el caso universitario al CONEAU (sabia es la experiencia)

10 de diciembre de 2009

El problema no es la oferta



Ranking de universidades peruanas (Piscoya, 2007)
Click en la imagen para agrandar

Felizmente la opinión pública ha girado la cabeza (y la mirada) a la problemática educativa en el país, lo que era cháchara de pequeños grupos ahora es comentario popular y, como suele suceder, sólo en los problemas nos ponemos de acuerdo.

Poco o nada se ha preocupado El Estado por la calidad de la educación, en igual o peor situación se encuentran las propias instituciones educativas. Pregunto entonces:

¿Por qué las instituciones educativas mediocres son las más demandadas?

La respuesta la tomo de una canción de Arjona:

El Problema No Es Que Mientas
El Problema Es Que Te Creo..
Es Que El Problema No Es Cambiarte.
El Problema Es Que No Quiero
El Problema No Es Lo Que Haces
El Problema Es Que Lo Olvido

La decisión por un producto o servicio se toma en base a dos criterios: la evaluación valorativa y las posibilidades de adquisición. Es decir, elegir lo mejor que pueda pagar.

En el caso de la oferta universitaria, sobre las universidades mejores valoradas del pais, Luis Piscoya realizó un estudio piloto situando a UNMSM en primer lugar, seguida de PUCP, UPCH, UNALM (resultados cuestionados por los criterios empleados)

En este tema, básicamente hay dos filtros o aspectos a considerar: el grado de dificultad para el ingreso a la universidad y los costos (pensiones, estadía, etc.) entonces, la decisión pasa por sopesar ambos aspectos. "Quiero esta universidad, no me importa pagar la pensión, lo importante es que ingresar a esta universidad es fácil" "No elijo esta universidad, no me importa que sea gratuita, es muy difícil ingresar ahí"

Siguiendo ese razonamiento no sorprende confirmar que las universidades con más dudas sobre su nivel de calidad son las que tienen mayor número de estudiantes.

Es la impunidad en el sistema universitario donde, seamos claros, los actos inmorales están la orden del día: los títulos literalmente se compran, lo honoris causa se reparten sin criterio alguno y los docentes trabajan en tres o cuatro universidades al mismo tiempo (como si la jornada de trabajo diaria fuese de 16 horas)

Ante el problema, El Estado ha declarado la intención de suspender la creación de nuevos proyectos de universidades (La PCM está trabajando un proyecto de ley sobre el asunto) información al respecto vía Peru21 y La República.

El problema no está en la oferta, está en la demanda, con usuarios que deciden incorporarse a una universidad sin evaluar si esta cumple con requísitos mínimos para ofrecer un buen servicio... es que más interesados andan en el cartón que en la formación y los "empresarios de la educación" andan más preocupados en el dinero que en la calidad del servicio que ofrecen.

9 de diciembre de 2009

Tan simple como decir la VERDAD


Hace algún tiempo di con el blog de Pamela: "Élite sadomasoquista" y me gustó la sinceridad con la que plasmaba ideas sobre su profesión... ¡es que los periodistas en nuestro país están tan "venidos a menos"!

Sus post eran refrescantes brisas de cordura en un aridísimo y calcinante desierto de mercenarios sin moral.

Cambiando de aires, Pamela tiene ahora este blog escribiendo sobre el mismo tema: criticar su profesión por perder la brújula.

Resulta muy interesante notar esta forma de catarsis, algo que muchos hacemos con nuestras profesiones pero que mandamos al aire (como diría Willie Colón en "Gitana") ella lo ha canalizado en un blog.

Y fue este post: ¿Qué motiva a un periodista? el que me animó a escribir, pues comparto rotundamente esa visión.

Claudio Velásquez desgarrado del muslo días antes del primer play off llora, impotente. El periodista lo aborda a la salida del entrenamiento y le pregunta: "¿Cómo te sientes al no poder jugar la final?" Velásquez lo mira en silencio por unos segundos y responde: "¿Cómo quieres que me sienta? estoy perdiendo los dos partidos más importantes de mi carrera" hace un gesto de incomodidad y se aleja del periodista.

Atrás he dejado la errada -e ingenua- hipótesis de la falta de preparación de los periodistas: en el caso anterior, pensaba antes que la falta de tino del periodista se debía a su incapacidad para ser empático y su nulo criterio para suponer lo lógico y obvio.

Ahora sé que todo es premeditado, cada pregunta busca lo obvio para recrear el drama, como un metafórico golpe sobre el hematoma, un arañon sobre la costra recién formada para que sangre otra vez y filmarlo.

¿Qué pasaría si a todos los periodistas les diera un "ataque de sinceridad"?

La responsabilidad del dilema es compartido: medios y auditorio, cada uno con un grado definido de compromiso. La élite instruida escogiendo los contenidos para la masa inculta: el pan y el circo que da el Senado romano para la muchedumbre en el Coliseo.

¿Quién quiere parar esto?

8 de diciembre de 2009

Fútbol: Frustrados y Frustrantes (I)


En Perú el deporte más popular es el fútbol, de eso no cabe duda, lo interesante -y original- del tema es encontrar las razones de su "éxito" Surge entonces la pregunta de rigor:

¿Por qué es tan popular el fútbol en Perú?

Si bien el fútbol nació en Inglaterra (dicen los entendidos en 1863) se expandió alrededor del orbe cual pandemia, tomando tal popularidad que desde hace 79 años se realiza el mundial de fútbol o Copa del Mundo, evento tan importante como las olimpiadas.

Y hablando del Mundial puede que nos caiga la primera respuesta de la popularidad del Fútbol en Perú: El país con más campeonatos mundiales en su haber es Brasil, nuestro vecino del barrio sudamericano, Argentina y Uruguay cuentan, cada uno, con dos campeonatos; entonces, la fama de los vecinos es un aliciente para ganar la propia.

Y como la gloria se gana de a pocos (sumado a que lograr un campeonato mundial es sumamente remoto si no tienes una camiseta "verdeamerla" o "albiceleste") la clasificación al mundial es considerada un divino privilegio.

Nuestra Selección ha logrado cuatro clasificaciones al Mundial (aunque la de 1930 no fue estrictamente clasificación) las campañas de 1970 y 1978 fueron apoteósicas al llegar a cuartos de final.

1982 fue el último mundial al que clasificó la selección peruana.

Desde entonces, para el Perú, cada eliminatoria sudamericana es un mar de esperanza: ciega, ilusa, irracional.

Somos un país frustrado futbolísticamente, derrota tras derrota, fracaso tras fracaso. A tal punto que el deporte en sí se ha convertido en un agente altamente frustrante.

El condicionamiento operante norma que la conducta tendrá mayor probabilidad de repetirse si existe un reforzador de aparición no fija, claros ejemplos de esto: las máquinas tragamonedas y las loterías.

Lo paradójico radica en que, mientras más lejana la recompensa anterior, mayor será la intensidad de repetición de la conducta, es decir, si empezamos a jugar en el tragamonedas y a la cuarta vez que jalamos la palanca (o apretamos el botón) ganamos un precio pequeño, continuaremos jugando por la expectativa de ganar otra vez pero, si no ganamos luego de tres, cuatro o cinco intentos, seguiremos intentando (con mayor intensidad) por conseguir el premio -cada vez más lejano- pero cada vez más necesario (a mayor pérdida de dinero, mayor necesidad de recuperarlo)

Entonces con el fútbol pasaría algo similar, cada eliminatoria (o cada descentralizado) es la posibilidad de recuperar esa gloria cada vez más lejana y cada vez más necesaria.

7 de diciembre de 2009

Yo pago, yo tampoco


¿Pagaría usted 10 nuevos soles mensuales para tener acceso a la web de Peru21?

¿Pagaría usted un nuevo sol por descargar el último tema de Gianmarco o PSV?

¿Pagaría usted cinco dólares por descargar Half Life 2: Deathmatch?

¿Pagaría usted 35 nuevos soles por descargar la versión PDF de "Antología" de Julio Ramón Ribeyro?

¿Pagaría usted, que no tiene servicio de cable alguno, cinco soles por ver en vivo en su PC la final de la Liga de Campeones?


Estoy convencido que la diferencia entre responder "sí" o "no" radicará (aparte de sus preferencias) en el monto a pagar, dignos defensores del Bueno, Bonito y Barato con justa razón.

No soy experto en economía pero sé (al menos, hasta que me demuestren lo contario) que el importe a pagar por un producto se compone del precio de costo y precio de venta, es decir, el monto invertido en la materia prima-maquinaria y las ganacias en primera y demás instancias, respectivamente.

Entonces, la reducción del precio de un producto se debe a la disminución del precio de costo y/o del precio de venta.

Ejemplo 1


Los diarios "cuestan" el salario de su personal, la materia prima (papel, tinta, etc.) y la maquinaria de producción (impresión) a esto se suma el costo del envío (terrestre o aéreo) y la ganancia del canillita.

Ejemplo 2

Un "diario electrónico" cuesta el salario del personal y la maquinaria de producción (hardware, software, etc.) se eliminan los costos de envío físico y la ganancia de los intermedarios

(Nota: intencionalmente he pasado por alto las ganancias del diario por concepto de publicidad y encarte por no ser relevante para este análisis)

Conclusión: un diario electrónico vale mucho menos que un diario de papel sin perder calidad, cumpliéndose la sentencia "bueno, bonito y barato"

Un post más extenso sobre el asunto, en el blog de Marco Sifuentes: "La guerra por Internet".

Ante el próximo -y necesario- cambio tecnológico en la oferta de servicios "convencionales" el asunto está en REGULAR los precios finales CONOCIENDO la génesis del precio de costo y precio de venta de los productos. Los consumidores tenemos derecho a opinar.