La "industria" publicitaria-marketera tiene, en países como el nuestro, terreno muy "fértil" para el desarrollo de sus -punzantes- campañas. Cuestión aparte, pero no ajena, nuestra ciudad capital viene siendo víctima hace bastante ti
empo de lo que los entendidos han llamado "contaminación visual" para referirse a la plaga de anuncios publicitarios de proporciones dantescas colocados a gran altura (paneles); y razón no les falta, pues personalmente debo decir que tras pasar por las avenidas principales de la ciudad uno termina realmente cansado luego de procesar "sin querer queriendo" tamaña cantidad de información.

Yo sumaría al grupo de los "contaminadores visuales" aquellas estampas que lesionan el ornato de calles y avenidas, como las fachadas mandadas al olvido, los terrenos baldíos y las construcciones abandonadas; por dar algunos ejemplos.


Tan buena fue la iniciativa de Vallas, que no tardaron en aparecer compañías peruanas que emularon a la precursora, añadiendo el toque nacional, llenando los paneles free de retratos y paisajes muy nuestros, embelleciendo aún más las calles y avenidas limeñas.
Ejemplos como éste nos renuevan la idea de que es posible equilibrar cuestiones comerciales con el desarrollo sostenible.
Nota: Reconozco, más allá de las compañías, empresas y personajes, el espíritu de las iniciativas en pro de la mejora de la sociedad. Las marcas incluidas y mencionadas en este post son circunstanciales y no reflejan preferencias personales.
Atentamente
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