Una luminaria ha dejado este mundo, un ser humano que dio de sí para inspirar una aventura increíble, un hombre que, como el anagrama de su nombre, se convirtió en mito.
Y es que hoy viernes diez de agosto de 2007 Erasmo Wong Chiang, patriarca de los Wong, dueños del emporio comercial más exitoso de las últimas décadas en el país, ha fallecido.
El amable y siempre servicial Erasmito nos dejó, se fue pero quedó su ejemplo y una vida que sirve de enseñanza, condimentada de grandes lecciones, resumidas en una máxima: "con trabajo serio y honrado, con amor a la tierra que nos brinda la oportunidad de crecer, con una sonrisa a flor de piel: ¡sí se puede!"
Hablar de Mito es referir a la bodeguita de San Isidro, historia que nos narra suavecito Perú21 en su edición del cinco de mayo de 2004:
"Don Erasmo Wong Chiang y su esposa Angela Lu se levantaban con el amanecer. Atendían a la familia y de ahí abrían puntualmente la tienda todos los días. A las 9de la mañana comenzaban a recibir a los vecinos de San Isidro que acudían en pos de cuanto podían necesitar en casa. Cinco rostros chinitos se turnaban para acompañarlos. El lugar del padre era en una esquina, frente a la caja, a un paso del telé- fono y de la ventana por donde entregaba los paquetes que los precursores del ‘delivery’ llevaban a sus clientes sea en bicicleta o en triciclo, si era muy voluminoso... Conforme crecían sus cinco hijos varones -Erasmo, Efraín, Edgardo, Eric y Eduardo- estos sabían que a las horas de colegio seguían las horas del juego y los turnos en la bodega, de los que nadie se escapaba. El más pequeño se sentaba en un banco alto al lado de Don Erasmo y era el responsable de tomar los pedidos que ya les hacían por teléfono. Apenas dominaban el cálculo, podían encargarse de sacar las cuentas. Un poco más grandes, ya cuidaban y atendían la tienda desde la otra esquina –la de los juguetes y la pasamanería– Eduardo Wong Lu, de vestir sencillo y estilo campechano, nos guía por la réplica de la antigua bodega que se ha construido en sus instalaciones de Chorrillos y nos confiesa que retroceder en el tiempo lo embarga de recuerdos. Admite que no faltaron los pleitos entre hermanos por la tardanza en los relevos y que algunas veces sacrificó salidas y juegos de pelota. Pero en la tienda aprendió a sacar cuentas, a empaquetar, molió café, cortó embutidos y empezó a saber lo que buscaban los clientes..."
Si bien es cierto que quienes concretaron el emporio fueron sus hijos, Erasmo fue sin duda alguna la influencia directa en ellos, quien los formó y quien les brindo las oportunidades que cimentaron lo que hoy han logrado.
Desde aquí nuestras condolencias a la -gran- familia Wong. ¡Descanse en Paz Mito!
Atentamente
Y es que hoy viernes diez de agosto de 2007 Erasmo Wong Chiang, patriarca de los Wong, dueños del emporio comercial más exitoso de las últimas décadas en el país, ha fallecido.
El amable y siempre servicial Erasmito nos dejó, se fue pero quedó su ejemplo y una vida que sirve de enseñanza, condimentada de grandes lecciones, resumidas en una máxima: "con trabajo serio y honrado, con amor a la tierra que nos brinda la oportunidad de crecer, con una sonrisa a flor de piel: ¡sí se puede!"
Hablar de Mito es referir a la bodeguita de San Isidro, historia que nos narra suavecito Perú21 en su edición del cinco de mayo de 2004:
"Don Erasmo Wong Chiang y su esposa Angela Lu se levantaban con el amanecer. Atendían a la familia y de ahí abrían puntualmente la tienda todos los días. A las 9de la mañana comenzaban a recibir a los vecinos de San Isidro que acudían en pos de cuanto podían necesitar en casa. Cinco rostros chinitos se turnaban para acompañarlos. El lugar del padre era en una esquina, frente a la caja, a un paso del telé- fono y de la ventana por donde entregaba los paquetes que los precursores del ‘delivery’ llevaban a sus clientes sea en bicicleta o en triciclo, si era muy voluminoso... Conforme crecían sus cinco hijos varones -Erasmo, Efraín, Edgardo, Eric y Eduardo- estos sabían que a las horas de colegio seguían las horas del juego y los turnos en la bodega, de los que nadie se escapaba. El más pequeño se sentaba en un banco alto al lado de Don Erasmo y era el responsable de tomar los pedidos que ya les hacían por teléfono. Apenas dominaban el cálculo, podían encargarse de sacar las cuentas. Un poco más grandes, ya cuidaban y atendían la tienda desde la otra esquina –la de los juguetes y la pasamanería– Eduardo Wong Lu, de vestir sencillo y estilo campechano, nos guía por la réplica de la antigua bodega que se ha construido en sus instalaciones de Chorrillos y nos confiesa que retroceder en el tiempo lo embarga de recuerdos. Admite que no faltaron los pleitos entre hermanos por la tardanza en los relevos y que algunas veces sacrificó salidas y juegos de pelota. Pero en la tienda aprendió a sacar cuentas, a empaquetar, molió café, cortó embutidos y empezó a saber lo que buscaban los clientes..."
Si bien es cierto que quienes concretaron el emporio fueron sus hijos, Erasmo fue sin duda alguna la influencia directa en ellos, quien los formó y quien les brindo las oportunidades que cimentaron lo que hoy han logrado.
Desde aquí nuestras condolencias a la -gran- familia Wong. ¡Descanse en Paz Mito!
Atentamente
No hay comentarios.:
Publicar un comentario