26 de enero de 2009
(1) Travesia de aLtura
Miercoles 21, arribando al aeropuerto (5pm) tras el check del equipaje avancé al segundo piso para presenciar las acostumbradas escenas: dispersión en las mesas del área de cafetín, despedidas tras despedidas en la puerta de acceso al pre-embarque, lágrimas por los que se van lejos, con la incertidumbre de un lugar ajeno, distante, quizá hostil; con la esperanza de conseguir lo que aquí no se pudo (o no se intentó) lágrimas por el sacrificio del alejamiento...
Tras el pre-embarque más rápido que he tenido (sin largas filas para pagar el impuesto, pero con las obligadas moneditas de 5 y 1 centimo de cambio) pasé a esperar el ansiado embarque, con la batería del celular utilizando las últimas reservas y sin siquiera un tomacorriente en la sala de embarque (lo que existieron alguna vez fueron clausurados, dejando ver, dramáticamente, los indicios de su pasada existencia)
En esta ocasion, el acceso al avion fue mediante una manga (indicio de civilizacion para algunos entedidos en la materia) dejando de lado la acostumbrada caminata al -repleto- bus y la segunda caminata de acceso al avion con toda la parafernalia de los conos y bandas naranjas (nunca faltan los despitados o temerarios que quieren pasar por debajo de las alas del avion (donde se alojan los motores)
Ya sentado (siempre escojo la penultima fila, a la derecha y al lado de la ventanilla... a pesar que, en caso de accidente, es la parte mas vulnerable del avion, pero bueno, sera cuestion de confianza y comodidad: logro sentarme rapido, logro salir rapido y, sobre todo, casi siempre viajo solo en la fila) aguardo el desfile de dudas y torpezas para guardar el equipaje de mano que, por cierto, es todo un problema ya que algunos para ahorrarse unos minutos y no esperar el equipaje de bodega pretenden guardar grandes maletines en el compacto espacio del portaequipaje... yo prefiero ahorrarme las molestias de meter a la fuerza un bulto en un espacio evidentemente mas pequeño a costas de perjudicar al pasajero del asiento del costado que, por llegar con el tiempo apretado, tiene que conformarse con desfilar a lo largo del pasillo para encontrar un espacio libre para su -tambien inmenso- equipaje de mano.
Los vuelos a plena luz del dia tienen un encanto mas duradero que los de noche (aunque el espectaculo de una ciudad iluminada vista desde varios kilometros de altitud tiene un encanto muy particular) tras el mecanico y aburridisimo video de seguridad (todo viajero deberia saber de memoria esas instrucciones antes de abordar el avion, o en todo caso, los videos de seguridad deberian ser expuestos en la salas de embarque) inicia el rito de despegue
Ya en el aire, el piloto (con una caracteristica muletilla) nos da la bienvenida y nos informa sobre el estado del cielo en la ruta y una que otra cosa. Yo pegado a la ventana curioseando con la forma de las inmensas nubes, el cielo increiblemente azul y el sol iluminando todo de manera horizontal (una ilusion de perspectiva)
Tranquilidad en el aire y el limitado servicio de "snack", los repetidisimos videos de "just for laughs" y las estaciones de audio brillando por su ausencia, me sumergi en la lectura para acortar distancias, hasta el tan esperado "tripulacion, proximos al aterrizaje"
Las llantas del avion tocaron Juliaca sin mucho alboroto, preparacion de la escalera y la mayoria de pasajeros desesperadamente prestos para salir como si sufrieran de claustrofobia, se abren las compuertas, dan la señal, y bajo en primer lugar (ventajas de ubicacion) es de noche y esperaba mas frio del que sentia con la casaca abierta, me diriji a la sala de equipajes y quede a la espera.
Tras terminar el rito de recoger la maleta, nos dispusimos a abordar algun transporte para nuestro destino final: Puno, la unica opcion era una van climatizada con canciones "del recuerdo" y espacio exacto como para no moverse del asiento: una hora aproxidamente nos aguardaba en la carretera.
Rayos! a lo largo del camino, en el horizonte negro azabache salpicado de todas las estrellas que se pueden ver en la puna, logre distinguir media decena hasta que decidi dormir unos minutos. Al despertar estamos en la que luego supe se llamaba "via de circunvalacion" pues rodea a la ciudad en su extremo lateral, los encargados del servicio nos interrogaron sobre nuestros destinos (hoteles) para el respectivo itinerario. Llegando al hotel, un poco tarde para el comun de los pobladores, registramos nuestros datos de ley mientras un gordo cincuenton (que habia venido con nosotros en la van) preguntaba por alguna habitacion disponible en el primer piso, ante la negativa del encargado abandono el lugar a continuar su busqueda... no fue hasta subir al tercer piso (segunda planta de habitaciones) por las escaleras que me di cuenta del pedido de aquel sujeto, la menor cantidad de oxigeno en el aire hace trabajar mas al corazon al hacer algun trabajo fisico.
Acomodado el equipaje en la habitacion, debiamos emprender la busqueda de una cena decente, no caminamos mucho para encontrar una trattoria: un par de pizzas a la leña, la especialidad de la casa y un par de mates de coca con las hojas flotando en el agua caliente. Segui sin sentir el frio que me advirtieron en Lima, terminando la jornada retornamos al hotel y media hora despues (aprox tres horas despues de haber llegado a Juliaca) empece a sentir los estragos de los 3850 msnm: la cabeza me retumbaba en la zona frontal y los parpados me pesaban de manera inusual, interrumpiendo el sueño en varias ocasiones...
desperte 6:30am, inusualmente temprano para mi itinerario limeño. Tras el rito respectivo me dirigi a la mesa para desayunar, mas por costumbre que por necesidad. Contactamos con el coordinador del trabajo y nos llevo al lugar de reunion, en el quinto piso! (obviamente, sin ascensor)
Obviare detalles academicos... el primer dia tuve la oportunidad de comer la mejor trucha que he probado hasta ahora, visitamos unas ruinas muy interesantes, pero deslucidas por el afan marketero de las "historias" que se alquilan por "una voluntad", rodeamos parte de la "bahia" del Titicaca en la tarde y en la noche pudimos acercarnos al "muelle" luego casi completamos los 4000 msnm para llegar al mirador de la ciudad, pude ver un par mas de rayos y, aunque la lluvia solo nos saludo por 10 minutos durante las tres noches que estuve, la jornada valio el dolor de cabeza y la falta de oxigeno.
Luego de tres noches a medio dormir y aun con el dolor de cabeza, partimos rumbo a Juliaca, tras haber pagado el hotel con el poco efectivo del que disponiamos Claudio y yo, pues no contaban con el sistema de debito bancario, hicimos calculos para pagar la van, total, en el aeropuerto internacional de Juliaca hariamos uso del ATM para hacernos con efectivo.
Tras el tedioso viaje -extrañamente mas largo que el de ida- llegamos al aeropueto, pagamos el servicio, hicimos el registro de equipaje y gran sorpresa: no habia ningun ATM!!
cabe señalar que el aeropueto esta medianamente lejos de la ciudad de Juliaca, asi que la idea de ir por un ATM citadino fue descatada por el factor tiempo y por el mismo causante del problema: la falta de dinero. Lo alarmante del caso era que debiamos pagar el impuesto de salida que, en el caso de ambos, sumaba la astronomica suma de S/. 20.94
Tras la imperiosa busqueda en bolsillos, monederos, rincones del equipaje de mano y otros, logramos juntar S/. 20.95 gracias a las -hasta ese momento- inutiles monedas de 1 y 5 centimos (que yo sin querer habia mantenido en el portamonedas) la suerte nos sonreia!
Me acerque a pagar el impuesto con la ruma de monedas de casi todas las denominaciones, el cobrador miro por un momento las torres que arme frente a el, sonrio y emitio los tickets tan ansiados.
Pasamos el control de seguridad, tras una larga y unica cola, embarcamos en poco tiempo y nos dirigimos a pie hasta la escalinata (he ahi la foto) y bueno... la misma historia que en la ida, salvo que esta vez con dolor de cabeza, y el paisaje paisaje excepcional: cordillera, verdor, techos de calamina plateada flasheando hacia el cielo, nubes imponentes y lagunas celeste intenso en lugares hinospitos desde una perspectiva horizontal. Ya en Lima, el mar a plena mañana (a tres kilometros de altitud) es una vista digna de presenciar.
Con el aterrizaje desaparecio el dolor de cabeza, nunca habia anhelado tanto el llano de esta caotica ciudad... volveria a Puno? quiza, seria fantastico poder ver el "lago mayor"... acabo de ver la zona a traves de Google Earth y segun las proporciones, la inmensa masa de agua que vi (la "bahia") no es ni el 10% de la totalidad del lago.
Hay mucho por ver es este maravillos pais !
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