10 de septiembre de 2008

Genio y Figura...

...HasTa la SepulTura ?



El dilatadisimo proceso judicial contra Alberto Fujimori viene con tumbos y giros, con la posibilidad de que el acusado sufra de cáncer.

Sus acérrimos defensores han soltado la "bomba" de que la salud de Fujimori se resquebrajó debido a lo incisivo del proceso. Argumentan que es inhumano tenerlo sentado por horas, obligarlo a calzar zapatos, negarle acceso a telecomunicaciones, etc.

Aunque para muchos, esos argumentos suenen descabellados, no lo son tanto. Bien es sabido que el sistema inmunológico es "sensible" al estado anímico de la persona, y este estado es a su vez influenciado por los pensamientos.

El estrés "es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta reacción participan casi todos lo órganos y funciones del cuerpo, incluidos cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular"

Ahora, para aclarar el asunto y rechazar toda acusación que interprete este post como "a favor de Fujimori" pondré los puntos sobre las íes:
1. Comparto la idea de que el decaimiento en la salud "del acusado" es producto de una exposición prolongada e intensa a estímulos estresantes.
2. Esos estímulos estresantes no son los argumentados por sus partidarios.

Entonces ¿cuáles son esos estímulos? ¿de dónde provienen? Pues provienen del mismo Fujimori, de lo que comunmente se llama "conciencia" (El fabulezco Pepe-Grillo) y es que se cae de madura la comprobación de su responsabilidad en los cargos imputados. No hay que ser muy docto para intuir que el ex-Presidente de la República gobernaba ajeno a los ajetreos "top secret" del país (de eso, sólo en las peliculas norteamericanas) Ergo, Fujimori sabe de su responsabilidad y es esa idea la que lo confronta, a pesar de todo el "escenario" armado para intentar librarlo de la condena -anunciada-

Y es que la verdad anida en lo profundo de cada uno.

Imagen: Aquí



Atentamente
Richard Torchiani G.
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