17 de marzo de 2010

Acreditación: un camino sin atajos



73 días han pasado desde el 13 de enero, fecha en que vencía el plazo para la presentación de los informes de autoevaluación de las carreras de educación.

Actualmente, según comunicado oficial del CONEAU, 42 de las 57 instituciones (74%) que forman educadores a nivel universitario han registrado sus comités internos para llevar a cabo el proceso de autoevaluación con fines de acreditación, de esas 42 instituciones sólo 12 (21% del total) han culminado su autoevaluación, redactado el informe respectivo, presentándolo ante CONEAU y solicitándole el inicio de la fase de evaluación externa.

El gran problema es que no existen entidades (agencias) de evaluación externa inscritas y reconocidas por CONEAU ¿A qué se debe esto?



Analicemos la "Guía de Procedimientos para la Autorización y Registro de Entidades Evaluadoras con fines de Acreditación"

En primer lugar, notemos que el sistema peruano pretende tercerizar la fase de evaluación externa: CONEAU no realizará este proceso, lo delegará a las agencias.

En segundo lugar, la convocatoria es amplia, tanto para entidades públicas y privadas como para entidades nacionales o extranjeras. Bajo este panorama CNA de Colombia o CONEAU de Argentina podrían ser agencias evaluadoras, del mismo modo un grupo de individuos (académicos o no) podrían constituir una agencia y tentar la inscripción ante CONEAU.

En tercer lugar (y aquí creo radica el estancamiento) algunos de los requisitos para lograr la autorización de funcionamiento:
- Ser una institución con personería jurídica debidamente registrada.
- Pago de 3.4 UIT por derecho de trámite y poseer el respaldo económico mínimo de 20 UIT sustentado como patrimonio de los responsables de la institución, debidamente registrados públicamente y avalado por una entidad financiera.
- Disponer de un grupo estable de profesionales competentes y otro especializado en materia de evaluación de instituciones universitarias o de sus programas de estudios, que sea representativo de las diversas áreas del conocimiento sobre las que desarrollará su acción evaluadora y cuyos integrantes han sido capacitados y certificados por el CONEAU como evaluadores para el tipo y nivel de instituciones o programas que deberán evaluar.
- Disponer de una infraestructura y equipamiento básico que le permita el desarrollo de las funciones a que se compromete.

Por otro lado, la guía menciona el procedimiento para las "Evaluaciones de seguimiento"

Evaluaciones de seguimiento: Sin perjuicio de las acciones de inspección, las entidades evaluadoras están sujetas a la realización de evaluaciones de seguimiento posteriores, a fin de asegurar el cumplimiento permanente de las funciones declaradas.

La primera evaluación de seguimiento debe realizarse al año de otorgado el registro de autorización a las entidades evaluadoras, excepto cuando el CONEAU disponga un plazo menor en función a las condiciones particulares de la entidad evaluadora. Las evaluaciones de seguimiento posteriores se realizarán anualmente a partir de la primera evaluación de seguimiento.
La entidad evaluadora paga
3,9 UIT cada vez que se realice una evaluación de seguimiento.

Entonces, entendemos que las agencias evaluadoras deben demostrar su "credibilidad y liderazgo" para ejercer sus funciones, es decir, evaluar la conformidad de los informes de autoevaluación.

Pero, instaurar como indicador de "credibilidad y liderazgo" al capital de la agencia (medido en UIT) me parece insuficiente y, para algunos casos, contraproducente. (nótense los montos de inscripción para el trámite de autorización, el respaldo económico y los costo anual de las evaluaciones de seguimiento)

Parte del prestigio de la agencia lo otorgan sus evaluadores, quienes deben ser certificados mediante el programa de capacitación que ofrece CONEAU (hasta la fecha no se han publicado los resultados del primer grupo de aspirantes, no sabemos cuántos de los 34 docentes que aprobaron la primera evaluación del 27 de noviembre 2009 han culminado el programa)

Bajo este panorama, si algún bien intencionado (individuo o grupo) quiere crear una agencia evaluadora y tentar la autorización de CONEAU deberá contar con mucho dinero y con la participiación de un grupo de docentes certificados por el mismo CONEAU ¿notó usted la dificultad del asunto?

Tengamos muy en cuenta que la tendencia en la evaluación externa es que la profesión del evaluador debe empatar con la carrera a evaluar (por ello el primer grupo de docentes capacitados por CONEAU son todos educadores de profesión, para evaluar las carreras de educación)

Entonces, si este bien intencionado (individuo o grupo) quiere especializar su agencia para la evaluación de carreras de ingenierías o de salud, deberá esperar a que CONEAU capacite a profesionales de esas áreas. Por otro lado, existe la posibilidad de formar una agencia multiárea, que cuente con profesionales (certificados por...) de diversas áreas, pero que por ahora no existan.

Finalmente, superar este obstáculo dependerá de la eficiencia de CONEAU por iniciar y culminar los procesos de capacitación de evaluadores para las carreras de Educación y Salud (en el corto plazo) y de las demás áreas profesionales: humanidades, ciencias, ingenierías (en el mediano y largo plazo) Aquí la sociedad (los grupos de interés) debe intervenir para apoyar a CONEAU en esta labor para la cual éste debe mostrarse receptivo a las propuestas y alternativas de solución.

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