8 de marzo de 2011

La mujer que yo quiero


Cuatro mujeres y tres hombres me hicieron el hombre que ahora soy. A veces, queriendo: con consejos, regaños o cariño; a veces sin querer: influencia indirecta, le llaman.

Aprendí a ser hombre: a llevar el cabello corto, a usar pantalones y a jugar futbol.

Aprendí a amar a mi familia, especialmente a las mujeres de mi familia, a mis cuatro madres.

Y también aprendí a detectar defectos, a percatarme que hombres y mujeres no eran iguales (o que no querían serlo) No tuve hermanas, ni primas cercanas, así que no tuve ocasión de comprobar ese trato diferente que dicen dar los padres y madres.

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Crecí en un matriarcado, donde mis madres lideraban por su carisma o por su férreo carácter. Los hombres de mi casa siempre fueron de perfil bajo, la última palabra la tenían ellas y ellos las amaban a su manera: con pocas palabras, simplemente dejándolas ser.

Ahora hay una mujer más en mi vida, con quien he aprendido a amar, me encanta conversar con ella, me gustan sus comentarios inteligentes, su agudeza para argumentar y, a veces, para criticarme; me deslumbra cuando analiza el "cuento de hadas" y cuando se percata de lo irracional que puede ser "el príncipe azul" y el "vivieron felices por siempre"

La amo cuando está feliz, cuando es fuerte, cuando es decidida, cuando sabe lo que quiere.

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Pero también la amo cuando se muestra frágil, dubitativa, insegura, cuando está triste; pero quiero que sea fuerte, que disfrute de su espacio, que abrace su soledad.

Quiero amarla sin convertirme en su salvavidas, sin condicionar mi cariño a confortarla cuando esté mal. No quiero que me pregunte si ese vestido le queda bien, quiero que se vista como le de la gana y que se sienta cómoda, igual la amaré, con el mejor de los trajes o con la más simple de las vestimentas. Me da igual si se maquilla, aunque preferiría siempre verla al natural.

No me complica que deteste cocinar, total, a mí me encanta hacerlo.

No quiero que viva con miedo cuando sale a la calle sin mí, no quiero que deje de vestirse con ropa ligera por miedo al vulgar acoso de gente ignorante.

Quiero amarla como es y no como los demás quieren que sea.

(Quiero amarte así... y si el futuro nos trae una niña, quiero amarla también así)

3 comentarios:

Katherine Velásquez dijo...

Esto no es facebook pero debo escribir que esto: me gusta.
Y tanto que se lo leí a Seba en voz alta. jejeje
Feliz día para ti también Richard, porque celebras el día de la mujer porque comprendes y respetas el verdadero significado de la vida (la vida en general, seamos hombres, mujeres, plantas o animales).

Richard Torchiani dijo...

Gracias Kathy :)

Feliz día!

Silvia Verano dijo...

Eres un gran hombre por eso tienes a tu la do una gran mujer...estoy orgullosa de ti mi amor!d