Hace varios meses se iniciaron los trabajos para implementar un corredor vial que conectara el distrito de Chorrillos con el centro de Lima, en primera instancia, y el cono norte de la ciudad, en instancia final. Esta obra será conocida como "El Metropolitano" que será de uso exclusivo para el transporte público de personas (una forma diplomática de administrar con mayor eficiencia el sistema de transporte en Lima, como en el caso de la "via expresa" de la Av. Grau)
El actual alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, comanda la administración de las más de diez obras públicas de caracter vial que se ejecutan en simultáneo por toda Lima metropolitana. Tan titánica tarea ha desbordado la capacidad de la comuna para administrar eficientemente los trabajos que se llevan a cabo, esto aunado a la falta de concialición con los vecinos de las zonas aledañas donde se realizan las obras, generando un gran malestar, confusión, desinformación y otros problemas que, inevitablemente, desencadenarán en cambios irreversibles para el ornato capitalino.
Lo alarmante es que ni la comuna ni los vecinos de Lima han aprendido de los sucesos pasados, como fue el caso de la remodelación de la Av. Arenales que conllevó la tala indiscriminada de sendos árboles que se erguían en las bermas laterales de esta vía. Los vecinos de la zona en cuestión trataron de evitar la tala, pero a pesar de las acciones que llevaron a cabo (colgaron carteles en los árboles con mensajes como: "soy un ser vivo, no me maten") los encargados del proyecto no estuvieron dispuestos a conciliar con el pedido y no se rectificaron, acabando con varias decenas de los grandes árboles de la Av. Arenales. Tratando de paliar la molestia y pesar de los vecinos con la promesa de plantar "arbolitos" para compensar lo hecho.
Ahora, viene sucediendo lo mismo en todos los distritos en que se vienen ejecutando obras viales, el paso a la modernidad viene con la barbarie de asesinar a los pulmones de la ciudad peruana más vapuleada por la polución (gran parte de ésta, proveniente de la combustión de carburantes de petróleo de mala calidad junto con automóviles en estado calamitoso)... Hay un divorcio entre el desarrollo urbano y el desarrollo sostenible que se manifiesta en este tipo de actos: el pasar por alto la presencia de la naturaleza en la urbe de concreto, priorizando un desarrollo que no termina de ser holístico.
El actual alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, comanda la administración de las más de diez obras públicas de caracter vial que se ejecutan en simultáneo por toda Lima metropolitana. Tan titánica tarea ha desbordado la capacidad de la comuna para administrar eficientemente los trabajos que se llevan a cabo, esto aunado a la falta de concialición con los vecinos de las zonas aledañas donde se realizan las obras, generando un gran malestar, confusión, desinformación y otros problemas que, inevitablemente, desencadenarán en cambios irreversibles para el ornato capitalino.
Lo alarmante es que ni la comuna ni los vecinos de Lima han aprendido de los sucesos pasados, como fue el caso de la remodelación de la Av. Arenales que conllevó la tala indiscriminada de sendos árboles que se erguían en las bermas laterales de esta vía. Los vecinos de la zona en cuestión trataron de evitar la tala, pero a pesar de las acciones que llevaron a cabo (colgaron carteles en los árboles con mensajes como: "soy un ser vivo, no me maten") los encargados del proyecto no estuvieron dispuestos a conciliar con el pedido y no se rectificaron, acabando con varias decenas de los grandes árboles de la Av. Arenales. Tratando de paliar la molestia y pesar de los vecinos con la promesa de plantar "arbolitos" para compensar lo hecho.
Ahora, viene sucediendo lo mismo en todos los distritos en que se vienen ejecutando obras viales, el paso a la modernidad viene con la barbarie de asesinar a los pulmones de la ciudad peruana más vapuleada por la polución (gran parte de ésta, proveniente de la combustión de carburantes de petróleo de mala calidad junto con automóviles en estado calamitoso)... Hay un divorcio entre el desarrollo urbano y el desarrollo sostenible que se manifiesta en este tipo de actos: el pasar por alto la presencia de la naturaleza en la urbe de concreto, priorizando un desarrollo que no termina de ser holístico.
La tala de inmesos árboles alrededor de la Av. Bolognesi en el distrito de Barranco
Imágenes: Diario Perú 21
Imágenes: Diario Perú 21
Ahora, sumado a la reciente tala de árboles entre Av. Colonial y Av. Universitaria, nos topamos con la tala de los emblemáticos árboles barranquinos de la Av. Bolognesi ante lo cual nuevamente son los vecinos quienes intentan detener el hecho, infructuosamente. Otra vez los reclamos y otra vez el mismo paliativo inconsecuente: los responsables del proyecto dicen que se comprometen a planta cinco "arbolitos" por cada árbol eliminado... una muestra de la ignorancia -o ceguera selectiva- de estos "técnicos" del desarrollo urbano. Pues a estas personas les parece imposible (difícil y costoso desde su miope perspectiva) sacar los árboles de raíz y movilizarlos a otras zonas para ser replantados.
La tala de árboles de varias decenas de años de edad (varios árboles de esa zona datan de hace 80 años) no puede repararse con plantar una mayor cantidad de árboles de menos de un año de edad. Se dará un cambio dramático en la retención del impacto del ruido ambiental (el sonido de los motores, claxons, etc.) que lograba el "colchón acústico" formado por los grandes árboles; además de la pérdida del tratamiento del aire (los árboles purifican el aire en su continuo proceso de generación energética)
El impacto de esta tala es sumamente negativo, cuestión que se pasa por alto, a veces con los propios vecinos de cómplices (existen casos de personas que celebran la tala de los árboles pues, argumentan, así se está recuperando la vista a la calle desde sus viviendas... el colmo de la trivialidad)
La tala de árboles de varias decenas de años de edad (varios árboles de esa zona datan de hace 80 años) no puede repararse con plantar una mayor cantidad de árboles de menos de un año de edad. Se dará un cambio dramático en la retención del impacto del ruido ambiental (el sonido de los motores, claxons, etc.) que lograba el "colchón acústico" formado por los grandes árboles; además de la pérdida del tratamiento del aire (los árboles purifican el aire en su continuo proceso de generación energética)
El impacto de esta tala es sumamente negativo, cuestión que se pasa por alto, a veces con los propios vecinos de cómplices (existen casos de personas que celebran la tala de los árboles pues, argumentan, así se está recuperando la vista a la calle desde sus viviendas... el colmo de la trivialidad)
La barbarie en sistema productivo: los árboles talados son seccionados
y montados en camiones para su desecho
Imágenes: Diario Perú 21
y montados en camiones para su desecho
Imágenes: Diario Perú 21
Estas líneas son expresión del malestar que siento al ver que nuestras autoridades no consideran las experiencias de otros países con respecto a políticas de desarrollo urbano sostenible. Estas líneas no dejan de ser un acto de protesta ante el daño causado y un llamado de atención a la comunidad en general ante el daño que puede ocasionarse en el futuro si no tomamos conciencia de todo lo que implica lo que se ha hecho hasta ahora.
Atentamente
Richard Torchiani G
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