Ayer @piacostar escribió: "Si le gusta a la tuitósfera, es noticia" en referencia a los rebotes en los medios noticiosos convencionales sobre los temas tratados vía twitter. ¿El quinto poder? pregunté y ahora intento responder.
La prensa es considerada el "Cuarto Poder" por la posibilidad que tienen los medios de construir -o deconstruir- la realidad y, a la vez, formar opinión en el consumidor de esa información (¡tremendo poder!)
Es resumen, la prensa puede pintar como víctima al victimario y viceversa, sólo basta como sembrar la duda, mostrar lo convenientemente necesario y ocultar el resto.
Pero, felizmente, aún existen periodistas con conciencia -y sobre todo, con ética- quienes están al otro lado, en el bando de verdad (blanca o negra, conveniente o no) el asunto es que éstos son franca minoría.
Hoy leí la columna de Patricia del Río, titulada "Zona VIP" donde pregunta: "¿Acaso el Estado funciona con la misma eficiencia para todos los peruanos?" y luego compara las reacciones de los funcionarios del Gobierno sobre el caso Islay (indignación) con otras situaciones (delitos para ser exactos) y cito: "¿Alguien ha gozado a un Velásquez Quesquén indignado con aquellos que mueven “sus influencias” para que les bajen y suban aranceles a su antojo? ¿Ha despotricado con ira algún político contra los que hacen lobby para que les condonen sus deudas tributarias? ¿Es acaso más bárbaro bloquear un camino que usar el Estado como botín y tratar a los funcionarios públicos como chupes?"
Ante esto repregunto: ¿es imperativo que quienes se indignen sean los funcionarios del Gobierno y no los ciudadanos? Por lógica quienes deben indignarse son las víctimas, no los cómplices.
Ahora, el asunto está en que el ciudadano no se indigna ante estos atropellos ¿y porq qué no se indigna? quizá porque estos asuntos no están a "la orden del día" ¿y por qué no lo están? pues porque quienes deberían pornerlo en el tapete (los periodistas) simplemente no lo hacen.
Las respuestas caen en el razonamiento de acusar al poderoso (el dueño del medio) como responsable del problema, este individuo o grupos de individuos que direccionan la línea editorial a conveniencia política y económica de sus benefactores.
Es el mismo errado argumento en el que caemos los ciudadanos al responsabilizar por los problemas del país a los gobernantes: "ellos hacen mal su trabajo" "ellos deben mejorar"... con estas mágicas palabras manifestamos nuestra responsabilidad social y espíritu democrático y nos lavamos las manos cual Pilatos.
Pongo sobre la mesa esta cuestión: si la prensa es el "cuarto poder" ¿qué poder tenemos los ciudadanos de a pie? y ¿cómo podemos demandar en la prensa mayor coherencia?
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