29 de junio de 2011

Asumir: esa peligrosa costumbre


El domingo pasado, varios columnistas (1, 2, 3) reprodujeron fragmentos de la carta enviada por Martha Giraldo Alayza, puede leer la carta completa en La Mula.

La carta expresa algunas verdades incómodas para los defensores y promotores de las protestas en Puno, también se convierte en fuente de "luces al fin" para quienes criticamos los tejes y manejes dentro de la organización de estas protestas.

Sobre el asunto, tuiteó el amigo @fabber "Cosas extra que me preocupa de la carta de Martha Giraldo sobre Puno, es que si no era ex-dirigente de izquierda, muchos no le creían" preocupación que suscribo completamente.

El amigo @mildemonios resalta en un post el asunto del papel, circunstancial, de la prensa puneña, basado en la carta en meción y reflexiona sobre la regulación de los medios.

El rol de la prensa siempre es un tema a incluir en los debates de corte político y, como nos lo ha demostrado Rosa María Palacios mediante su cuenta de twitter, los medios y los agentes de prensa son criticados de uno y otro "bando"

Que cada medio puede formar una línea editorial y dejar de lado la utopía de la imparcialidad, correcto; pero idealista o no, un medio no puede torcer la información y mostrar sólo partes de ella para responder a beneficios particulares.

Por otro lado, la prensa juega un papel importante frente a la relación de los gobiernos con la ciudadanía. En nuestra historia republicana hemos experimentado esta relación: Prensa vs Gobierno, y las arremetidas de uno y otro. ¿Un medio puede "bajarse" un régimen? puede. ¿Un gobierno puede "bajarse" un medio? puede.

Ahora “Bajarse a la prensa” puede ser interpretado de varias maneras: Chávez literalmente se bajó a la prensa venezolana ¿de qué modo? pues la golpeó donde más daño le podía hacer: en su credibilidad... y listo, jaque mate.

Durante el oncenio de Fujimori y Montesinos, literalmente no se bajó a la prensa, lo que hicieron fue comprarla -eso sí, literalmente- no golpearon su credibilidad, al contrario la usaron para difamar -groseramente- a sus contendores y para distraer a la población (psicosociales) mientras que el Gobierno hacía lo que hacía. (de esto existen videos en los que aparece Montesinos repartiendo millones de dólares a algunos broadcasters locales)

El asunto de asumir información no comprobada como cierta, es una costumbre endémica en nuestro país, que empieza desde casa, con nuestros padres como "dueños de la verdad" continúa en el colegio, con los omnisapientes profesores quienes terminan de destruir nuestro alicaído espíritu crítico, y, para quienes pasan por la universidad, expuestos a la mala información, terminan creyendo que han reverdecido sus lauros cuestionadores, cuando sólo se han convertido en opositores absolutos.

¡ojo! ser crítico no necesariamente es negar, condenar o llevar la contraria, es un proceso de comprobación de la información para, luego, emitir un juicio basándose en la información comprobada o rechazada, pero siempre con bases razonables.

Entonces, esta mezcla de medios que malinforman y gente que no cuestiona la información que consume, se convierte en un peligro latente, con manifestaciones como las que estamos viviendo en Huancavelica y Puno.

Para finalizar, el único medio de “control” del impacto de los contenidos que emiten los medios de prensa es el propio consumidor de información. Mientras la gente no se acostumbre a criticar y comprobar razonablemente la información que consume, la creación de agentes externos (como el Consejo de la Prensa) conformados por “expertos” en el tema, no lograrán realizar la tarea que le corresponde a cada ciudadano.“No hay peor ciego que el que no quiere ver” también hay ciegos que ven cosas que no existen y creen cosas que no son ciertas.

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