Este post nace gracias al post de Julio
Respondo aquí y no en su blog, por una mera cuestión de espacio -y estética-
Comparto la idea de la cultura general del psicólogo, a pesar del área de su especialización, pues es imprescindible para articular una visión complementaria de esta ciencia.
Y creo que no hay mejor debate que el que se hace confrontando dos posturas (ese 50-50 es lo más cercano a la "verdad")
El principal problema por el que pasan los estudiantes es caer en la polarización sesgada, donde: o te vuelves un experto en lo que defiendes y detestas desprecias lo otro, o te vuelves un experto en las "debilidades" de lo que atacas y te olvidas de profundizar en tu propia postura. Para muestra un botón:
- la investigación cuantitativa vs. la investigación cualitativa
- el conductismo vs. el anticonductismo
- el psicoanálisis vs. el antipsicoanálisis
Dicotomías que heredan posturas también dicotómicas como izquierda-derecha, socialismo-liberalismo, etc.
El error, sostengo, es el debate por el debate, sin argumentos sólidos, sin profundidad; las escaramuzas terminan siendo muy light para el quehacer universitario. Donde muchos toman postura antes de adentrarse en los temas importantes de su formación.
Y esto nos lleva, obviamente, a revisar los proyectivos educativos de las facultades de psicología y plantear algunas preguntas:
¿qué enfoque adoptan? ¿son holistas o especializados?
¿privilegian la ciencia e investigación o la profesionalización?
Hasta preguntas como ¿consideran la psicología una ciencia social o una ciencia de la salud?
La mayoría de las ciencias se encuentran en lo que teóricos como Morín o Mosterín llaman "superespecialización" y para la que el buen profesor Alvitez, en clase de epistemología, nos contaba un chiste: "un hombre acude al hospital y saca una cita con el médico general, éste le pregunta por su problema y el paciente responde: "tengo dolor en el oído" a lo que el médico le dice: "ese problema lo tiene que ver el otorrinolaringólogo" y le firma una interconsulta. El paciente sale del consultorio y sube al siguiente piso para hablar con el otorrino, quien le pregunta por su mal, ante la respuesta del paciente el otorrino le dice: "yo soy otorrino especializado en problemas de garganta, usted tiene problemas en el oído y yo no lo puedo tratar" y le firma otra interconsulta para que vea a un colega otorrino especializado en el oído. El paciente sale y sube un piso para ver a este nuevo doctor, quien le hace la pregunta de rigor, el paciente responde que tiene un fuerte dolor en el oído derecho, a lo que el médico le responde: "ah caramba, pues no lo puedo ayudar, porque yo estoy especializado en el oído izquierdo"
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