Esta reflexión nace de combinar el reciente debate del DL1095 la derogatoria del DL1097 y las protestas en Espinar.
El asunto es el siguiente: hay muchas formas de lograr que el Estado de turno acceda a dialogar con los ciudadanos, la forma más usada en Perú es la coacción mediante las "huelgas" o "marchas" que casi siempre terminan en toma de carreteras y que son violentamente reprimidas por la policía resultando gente herida y muerta.
Recientemente se derogó el DL1097 a pocos días de ser promulgado, básicamente la protesta ciudadana se orientó a los medios de comunicación, como ya se viene haciendo costumbre el "llamado de atención" se inició en twitter y los medios tradicionales la recogieron y pusieron en la mesa para el debate, esta exposición "acorraló" a los defensores del decreto y terminó en una contundente votación en el congreso a favor de la derogatoria (claro, con muchos congresistas que se subieron al carro del cargamontón contra el oficialismo)
Entonces me preguntó: ¿lo de Espinar no puede resolverse de la misma manera?
El DL1095 (la intervención de las Fuerzas Armadas para mantener el orden interno, o sea para reprimir la toma de carreteras y acciones similares) es producto del abuso de la coacción como medida para llamar la atención del Gobierno, allí radica su sustento: problema que complejiza el análisis y lo polariza, que es lo más peligroso pues toda polarización conlleva pasiones y conflictos alejando las razones.
Ahora una campaña mediática parecida a la del DL1097 -aunque, valgan verdades, con menos fuerza- se está llevando a cabo para derogar el DL1095 mientras que en Espinar continúan los jaleos y enfrentamientos.
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