Sólo los valientes y los tontos dicen lo que realmente piensan en el momento adecuado (nunca antes y,sobre todo, nunca después)
Algunos de lo que deberían hablar prefieren no hacerlo porque dicen que la gente no los escucha y, si lo hicieran, no los entenderían. Pretenden actuar por sabiduría, pero en el fondo sólo son cobardes.
Otros que gustan de hablar cada vez que salta un problema, aducen valentía, pero muchas veces terminan por tontos: hablando de más y fuera de lugar.
Entonces nos encontramos en un dilema:
¿hablamos para ser valientes y correr el riesgo de quedar como tontos? o
¿quedamos callados para parecer sabios y que nos den por cobardes?
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