24 de octubre de 2010

¿Acreditación Punitiva?


Según la nota de RPP (y que varios medios han rebotado: 1, 2, 3) el ministro de Educación José A. Chang  anunció la próxima publicación de una norma que condicionaría a los centros de educación superior para expedir los títulos a nombre de la nación. El requisito sería lograr la acreditación.



Las frases del ministro:

"Creemos que los títulos universitarios y aquellos que se otorguen a nombre de la Nación, es decir el más alto grado que puede dar una Nación de tipo académico, deben estar muy bien regulados"

“Los títulos profesionales a nombre de la Nación debe estar refrendados por algunos mecanismos de evaluación y de mejor calidad universitaria”

“Hay muchas universidades que cumplen con todos los requisitos internacionales y vamos a garantizar a las que cumplen los estándares de calidad, mediante el Sistema Nacional de Evaluación y Adjudicación de la Calidad en la Educación, que puedan otorgar títulos a nombre de la Nación”

---------------------------------------------

De concretarse la inclusión de esta norma, Perú estaría otorgando al proceso de acreditación carácter punitivo, puesto que las instituciones que no logren acreditar tendrían -por intervención del Estado- desventanjas frente a las que sí lo logren.

Para algunos esto puede sonar bien, pero la tendencia internacional en procesos de aseguramiento de la calidad universitaria mantiene el carácter voluntario y no punitivo de la acreditación, pues son los grupos de interés los que se encargan de regular la demanda de profesionales provienentes de instituciones acreditadas, por un lado, y de regular el acceso a las instituciones de educacuión (acreditadas)

Es decir, los postulantes preferirán estudiar en instituciones acreditadas y los empleadores preferirán contratar profesionales egresados de  instituciones acreditadas. Sin necesidad de que el Estado intervenga directamente.

Con un sistema de acreditación universitario estancado (aún no se autorizan entidades que se encarguen de la evalaución externa de las carreras que han presentado sus informes de autoevaluación y que aguardan decisión sobre su nivel de calidad y así saber si logran o no la acreditación) resultará interesante ver si, con la publicación de esta norma, el proceso adquiere el dinamismo que tanto necesita.

Nota: El "Sistema Nacional de Evaluación y Adjudicación de la Calidad en la Educación" al que hace referencia el ministro -según la nota- es el SINEACE: Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa.

4 comentarios:

Josué dijo...

Creo, sin investigar mucho el tema, que el carácter punitivo puede ser hasta cierto punto favorable, básicamente por dos razones:

1. La demanda de servicios educativos parece no buscar calidad, es decir, aspiran a una especie de facilismo educativo, en el cuál lo más importante es estudiar "algo", tener la capacidad de desenvolverse en un área a nivel más técnico que profesional. Ayer escuchaba a dos ex-escolares hablar sobre la universidad a elegir, pensaban:

a) En los costos.
b) En la facilidad de ingreso.
c) Si la carrera le es útil de manera inmediata.

Nada de estándares de calidad, ni consideraciones para contribuir a un desarrollo personal y profesional a largo plazo. Por ello primero la demanda universitaria debería ser concientizada.

Y...

2) A nivel personal, considero, que aún vivimos en una sociedad clientelista y de favores, al menos en las instituciones públicas donde las personas contratadas entran por su carácter filial o amical ("le cae bien", "es amigo de", "me apoyo en tal campaña",...) con los ejes de poder.

Richard Torchiani dijo...

Jossué: Así como tú, muchos opinan a favor de la regulación del Estado en el sistema universitario.

Pero las estrategias punitivas generan sumisión o rechazo; ambas respuestas están en función del agente regulador, es decir, demuestran dependencia cuando el sistema de calidad universitaria lo que busca es lo contrario: que las instituciones se autorregulen para mejorar sostenidamente.

La posibilidad de ese privilegio, principalmente, es lo que perderíamos con normas como la mencionada.

Josué dijo...

Más que una opinión favorable (ten en cuenta que digo que hasta cierto punto), me orientaba más bien a que la calidad en los servicios educativos lo construyen también los demandantes de esos servicios...

Richard Torchiani dijo...

Jossué: Por supuesto! los grupos de interés son los principales actores para exigir la mejora de la calidad.

El problema en nuestro país es que los demandantes de la universidad no hacen uso de ese "poder"

Cuestión de acostumbrarse a usarlo